Bien temprano, tres meses o menos antes del referéndum aprobatorio para la enmienda, aun sin conocer la fecha exacta para el referéndum, ya comenzaron a salir todo tipo de encuestas y estudios de opinión que demuestran lo que hemos comentado en este blog y lo que toda Venezuela confirmó masivamente con el voto el 02D, el rechazo a la pretensión de reelección indefinida de Hugo Chávez.
Una de las más recientes encuestas es la que se limita a una zona geográfica en particular, como la publicada en Noticiero Digital sobre el Estado Trujillo y realizada por el diario de Los Andes, arrojando que el 64.3% de los encuestados se oponen a la Enmienda Constitucional de Chávez, mientras que un 31.3% la apoya. Hay que destacar que este estado le dio el apoyo mayoritario en votos a la propuesta de reforma de diciembre de 2007 donde igualmente se estipulaba la pretensión de la reelección.
Al mismo tiempo, Noticiero Digital también publicó este jueves otro estudio de opinión realizado por la encuestadora Hinterlances el cual revela que el 62 % de los venezolanos votarían en contra de la enmienda del presidente Hugo Chávez. Un dato que hay que tomar en cuenta del estudio de Schemel expresa que esta diferencia de 30 puntos se reduce a 10 puntos si se les pregunta a las personas sin están de acuerdo con la reelección indefinida “siempre y cuando haya elecciones cada seis años y participen otros candidatos”. Schemel concluye que el oficialismo podría tener una oportunidad de ganar el referendo si argumenta desde este punto de vista.
Lo importante de este estudio es que se realizó en 12 grandes ciudades venezolanas, aunque se desconocen los detalles de cuales y cuando se realizo dicha encuesta.
Esta vez, Huguito no las tiene todas a su favor (a pesar de tener a su merced al árbitro electoral, los canales del estado, el derecho que le da la lay de encadenarse en radio y tv, toda la estructura del estado, PDVSA y sus petrodólares). Si en el 2007 el pueblo rechazó una propuesta de reforma blindada y altamente llamativa por proponer reducir la jornada laboral a seis horas diarias y darle rango constitucional a las misiones sociales, hoy en día la enmienda es mucho menos atractiva es más, me atrevería a decir que hasta pedante, por unas egocéntricas pretensiones de gobernar en base a lo que debemos suponer es la ineptitud de 26 millones de venezolanos incapaces de llevar las riendas del país, según el criterio del mismo presidente con intensiones de gobernar eternamente.
Por mucho que cacareen los chavistas su presunta victoria anticipada, hasta ahora todas las encuestas nos dicen que seis de cada diez venezolanos votarán en contra de la enmienda, sin embargo, los que creemos firmemente en la alternabilidad del poder propia de la democracia no podemos dormirnos entre las sabanas de la confianza, y debemos seguir activados, con el mismo empuje de las elecciones regionales, para promover y defender el voto en contra de la enmienda.
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