Tengo un vago recuerdo de la vida en Venezuela en inicios de la década de los 80s, para entonces aun se vivía con cierta bonanza que era el residuo de esa economía saudita de finales de los 70s, con altísimos ingresos petroleros, nacionalizaciones, populismo y creación de empresas del estado.
Pues, algunos dirán que estoy hablando exactamente de estos últimos 5 años de gobierno chavista, pero no, siempre ha existido un paralelismo en lo económico entre el primer gobierno de CAP y este de Hugo I.
Posteriormente, a mediados de la década de los 80s la crisis sobrevino sobre nuestros países, y sobre Venezuela en particular, el modelo rentista petrolero comenzó a decaer estrepitosamente empujado por sus fracasos.
A inicios de la década de los 90s, un gobierno intentó aplicar correcciones a la economía venezolana (CAP II) aplicando medidas de corte neoliberal impuestas por el FMI y el BM como condición para impulsar un programa de ayudas financieras, sin embargo, dichas medidas no contaron los paliativos sociales necesarios para contener el descontento social creciente, no solo por la difícil situación económica, sino por las medidas impopulares que afectaban directamente el bolsillo de los venezolanos.
De allí el Caracazo, por lo que un gobierno de derecha terminó pagando los platos rotos por las ineficiencia de la izquierda (o centro izquierda) venezolana que dominó durante 40 años el poder mediante el Pacto de Punto Fijo.
Con algunas diferencias, todos los países latinoamericanos vivieron sus crisis particulares que terminaron en el empobrecimiento de sus pobladores y el creciente descontento social, como resultado tenemos esta creciente tendencia de regreso al poder de grupos de neo-izquierda, un fenómeno que algunos han denominado Socialismo del Siglo XXI.
Con los años, nuevos líderes de izquierda toman el poder en Latinoamérica aplicando casi la misma fórmula para afianzarse en el poder (cambios en la Constitución, populismo, reelección). El próximo domingo 15 de marzo, Mauricio Funes (FMLN) podría convertirse en el nuevo presidente de El Salvador, uniendo este país a esta larga lista de países latinoamericanos con gobiernos socialistas.
Ahora me pregunto, serán capaces estos gobiernos de izquierda de contener el crecimiento de la pobreza y de las desigualdades sociales típicas de tiempos de crisis?, o por el contrario veremos de vuelta en al poder a gobiernos de derecha que terminen pagando los platos rotos por la ineficiencia izquierdista?.
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