Baduel: Valentía a destiempo

Esta demás expresar que desde el punto de vista de cualquier opositor al régimen, las palabras del General retirado Baduel están llenas de coherencia y muy acercadas a la realidad. Al mismo tiempo se puede extraer de este resurgimiento a la palestra pública que el general está lleno de valentía y pundonor y que este debe estar profundamente ligado a principios que determinan una actuación íntegra y un apego del decir y del hacer. Hasta acá todo suena muy bonito.

Sin embargo, el momento y las circunstancias están en contra del general retirado. Sus declaraciones están a destiempo. Haber expresado su posición negativa a la reforma estando en condición del retiro, desligado de las cúpulas de decisión del gobierno y las fuerzas armadas, pudo haber traído mas críticas que elogios, de ambos bandos, para el general.

Dudo que estando dentro del gobierno y contando con la plena confianza del presidente, no estuviera enterado de las pretensiones de poder absoluto de este. Habiendo salvado del destierro a Hugo I en el año 2002, y quizás habiéndonos salvado a todos de una férrea dictadura de derecha, el general se encontraba en la cúspide del poder militar y político, aventajado por Hugo I, a mi parecer, solo en lo político, mas no en lo militar, por lo que era uno de los hombre de mayor poder en el país. Era entonces el mejor de los momentos, y la mejor de las circunstancias para hacerle saber a Hugo I, al menos de manera privada, y por qué no, de forma pública, sus ideas sobre la distribución del poder y su apego con la idea del poder popular por vía del voto constituyente.

Muchas lecturas pueden darse de las reacciones y las consecuencias que podría traer este cambio de timón del general retirado hacia caminos más cerca de los seguidos por los opositores a Hugo. En ninguna estoy claro. Lo evidenciado fue euforia en algunos opositores, gritos de traición de la parte oficialista, los abstencionistas poco confían en las palabras de Baduel, mucho menos cuando este expresó que nuestra mejor arma debe ser el voto (por el No), los militares desestiman la posición tomada por su colega, al menos los que están en el poder, aunque esto era lo lógico y lo previsible.

Mayores elogios se merecen el grupo de parlamentarios de Podemos, quienes ejerciendo (y gozando de los placeres) de cuotas de poder, y sin riesgo alguno de perderlo en el corto plazo, han dado gritos de divergencias a cada una de los planteamientos presidenciales y de sus colegas parlamentarios para sustituir de forma fraudulenta una constitución por otra, arriesgando de gratis su permanencia en el parlamento después del 2010.

Hoy Baduel se ve como un mismo resentido, un desplazado del poder que busca protagonismo, quizás con la cara en alto y con el valor de expresar signos de rebeldía a las pretensiones de Hugo, a pesar de su amistad de muchos años, así como Miquelena y como Montilla, y sin dejarse arrastrar por el vicio de los lame botas del cual están enfermos Rangel y Arias Cárdenas. Hoy Baduel, con mucha valentía, pero a destiempo, logró ganarse más críticas que elogios, y sumar más enemigos a su lista.

Me limito a usar las palabras que el mismo Baduel dirigió al presidente y a la asamblea para expresarle mi sentir hacia él: Que Dios y la historia le juzgue, y agrego: mas también le recompensen.