A continuación el extracto de El Confesionario de Molina:
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Hugo Chávez Frías, según me han confiado fuentes dignas de crédito, le ha sido diagnosticado un cáncer en pólipos paranasales. La biopsia arrojó el preocupante diagnóstico oncológico. Lo están tratando. Lo informo sin ánimo de escándalo, con el reclamo público de que la Presidencia de la República nos informe a los venezolanos y venezolanas, el real estado de salud del Jefe del Estado. Por razones obvias. Humanamente, lo acompaño en su dolencia y deseo pronto restablecimiento, siguiendo los exigentes tratamientos médicos del caso. No es para alarmarse, pero preocupa, sobre todo por el poder que ha concentrado y aspira a seguir concentrando. Nunca para alegrarse, como gustan algunos obsesivos fanáticos “opositores” que asomaron sus garras (¿”democráticas”?) ante el lamentable fallecimiento del diputado Luis Tascón. Lo mejor es informar a tiempo, y así evitar que por los caminos verdes corran rumores y ánimos morbosos. La experiencia que vive Paraguay, con la dolencia el cáncer del presidente Fernando Lugo, tratado en Brasil, es el más reciente ejemplo a la vista del público nacional e internacional. En Colombia, el vicepresidente Angelino Garzón acaba de ser operado del corazón; y en Brasil, el vicepresidente José Alencar y la candidata presidencial oficialista Dilma Rosseff sufren de cáncer. Mejor es así: ¡Informe, Presidente!
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Hugo Chávez Frías, según me han confiado fuentes dignas de crédito, le ha sido diagnosticado un cáncer en pólipos paranasales. La biopsia arrojó el preocupante diagnóstico oncológico. Lo están tratando. Lo informo sin ánimo de escándalo, con el reclamo público de que la Presidencia de la República nos informe a los venezolanos y venezolanas, el real estado de salud del Jefe del Estado. Por razones obvias. Humanamente, lo acompaño en su dolencia y deseo pronto restablecimiento, siguiendo los exigentes tratamientos médicos del caso. No es para alarmarse, pero preocupa, sobre todo por el poder que ha concentrado y aspira a seguir concentrando. Nunca para alegrarse, como gustan algunos obsesivos fanáticos “opositores” que asomaron sus garras (¿”democráticas”?) ante el lamentable fallecimiento del diputado Luis Tascón. Lo mejor es informar a tiempo, y así evitar que por los caminos verdes corran rumores y ánimos morbosos. La experiencia que vive Paraguay, con la dolencia el cáncer del presidente Fernando Lugo, tratado en Brasil, es el más reciente ejemplo a la vista del público nacional e internacional. En Colombia, el vicepresidente Angelino Garzón acaba de ser operado del corazón; y en Brasil, el vicepresidente José Alencar y la candidata presidencial oficialista Dilma Rosseff sufren de cáncer. Mejor es así: ¡Informe, Presidente!
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