Qué debemos aprender de la crisis financiera global

La crisis dejó de tener connotaciones sólo financieros y ya tiene indicios de recesión mundial. Más de 12 bancos de inversión quebrados y planes millonarios de salvamento, no han eliminado la incertidumbre sobre qué es lo que esta y va a pasar.

Fuente: Banca y Negocios
Aristimuño Herrera & Asociados

En opinión de Aristimuño Herrera & Asociados, la crisis financiera actual responde a un desarrollo financiero sin regulaciones apropiadas ni supervisones efectivas y un período de bajas tasas de interés que resultó demasiado largo unido a altos niveles de liquidez que liberó el mercado del crédito bancario colocando en segundo plano, algo que siempre debe estar en primer lugar de prioridad en el otorgamiento del crédito, “el análisis adecuado del riesgo crediticio y de la capacidad real de pago de los deudores”. Ante la baja en las tasas de interés, la Reserva Federal bajó el precio del dinero del 6,5% al 1% entre 2005-2007, los banqueros observaron que aunque el crédito estaba creciendo, sus ingresos promedio por el cobro de intereses disminuían. Se les ocurrió, entonces, el grave error de masificar créditos hipotecarios con alto riesgo, en muchos casos por encima del valor de la vivienda, a un nuevo tipo de clientes llamados los “NINJA” (que en el argot bancario americano significa no income, no job, no asstes). O sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo y sin garantías reales. Todo esto funcionó bien por algunos años, pero al subirles las tasas de interés a estos clientes el riesgo se potenció y empezaron los problemas.

Se colocaron por encima del manejo adecuado del riesgo, las ganancias temporales excesivas sin pensar en las consecuencias. Hubo ejecutivos de instituciones financieras que recibieron en cuatro años más de 170 millones de dólares en bonificaciones sobre resultados de instituciones que no eran reales. Merrill Lynch, JPMorgan, Lehman Brothers, Bear Stearns y Citigroup registraron un beneficio neto conjunto de 93.000 millones de dólares entre 2003 y 2007. ¿Qué operaciones amparaban estos resultados?

La ingeniería del sistema financiero global introdujo cambios que no requirieron de patentes (como si requiere un producto industrial), por lo que el empaquetamiento de los créditos hipotecarios fue copiado de manera inmediata por el resto de los actores del sistema financiero. La titularización de los créditos hipotecarios a través de bonos tenían como garantía el valor de los bienes inmuebles más no la buena experiencia o record crediticio de los deudores. La garantía perdió valor, los deudores no tenían capacidad de pago, los créditos empezaron a caer en mora y la insolvencia de los bancos entró en acción. Tuvieron que salir las instituciones de Estados Unidos y Europa, principalmente, a auxiliar a los bancos a través de distintos mecanismos y a elevar los fondos de garantía de los depósitos con la finalidad de evitar que el pánico no se apoderase de los clientes bancarios. Inclusive la ingeniería fue tan sofisticada que aseguradoras emitieron pólizas para garantizar el pago de los papeles o bonos, colocando a una de las aseguradoras más grandes del mundo al punto de quiebra.

La banca cumple una función muy ortodoxa y no debe apartarse de este principio: captar recursos de quienes tienen excedentes para entregarlos en forma de créditos bien concedidos a personas naturales y empresas. La ingeniería financiera debe ser vista con mucho cuidado, sobre todo partiendo del hecho que el dinero que entra en acción corresponde a terceras personas que han depositado la confianza en las instituciones y que deben velar por el resguardo adecuado estos fondos.

Venezuela debe aprender de estas experiencias para mejorar las regulaciones financieras y hacer cada vez más efectiva la supervisión, evitando de esta manera cualquier posibilidad de crisis en nuestro sistema bancario.

Una vez más las reguladoras de riesgos se equivocaron y permitieron que el mercado continuase actuando sin darse cuenta de lo que sucedería. Las autoridades financieras de las economías desarrolladas tampoco fueron capaces de detectar y desactivar el riesgo de una crisis financiera antes que alcanzara esta magnitud. Igualmente pareciera que algunos economistas pensaron que el concepto de ciclos económicos se había acabado y que la economía global crecería para siempre.

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