MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
Las expectativas del venezolano están en baja. La pasividad agrupada se está imponiendo sobre la razón. Describimos sumisiones indignas como las colas y más de 25.000 asesinatos al año (Observatorio Venezolano de Violencia), como ¡algo que sucede! Es normal que coexistan diversas valoraciones sobre realidades políticas, sociales y económicas. Sin embargo la paz pública y estabilidad personal son derechos humanos irrenunciables. A través de costosas propagandas, el gobierno insiste en forjar conductas sociales fundadas en la abstracción y pobreza. Se le pide al pueblo que no piense; que no viva en reciprocidad con su tradición cultural sino aletargado con un patrón que día a día lo degrada. Por ejemplo, la limitación para adquirir el alimento bíblico más antiguo y hasta sacro, como el pan, es una condena velada a la mendicidad. CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario