Crónica publicada en Noticiero Digital
Llegaron los cesta ticket y hay esperanza de tener la quincena en el banco al escuchar el rumor de que al fin el gobierno central depositó los recursos que le pertenecen al estado Zulia por asignaciones presupuestarias, y por ende, el gobernador le depositó a sus empleados (no es que yo lo sea, aunque no viene al caso) en sus respectivas cuentas bancarias. Con esa esperanza, nos ponemos los más humildes trapos, empaquetamos muy disimuladamente los tickets, (pa` no levantar sospecha frente a los choros), agarramos a los muchachos y nos aventuramos a una noche de compra quincenal.
Lo menos que uno se espera es que en tiempos como este puedas tener la disponibilidad en efectivo para realizar los pagos en los mercados. Sin embargo, el desabastecimiento para algunos venezolanos llega aun como en los peores tiempos con la trágica realidad de la falta de medios económicos para adquirir los bienes y servicios, gracias a Dios no es el caso de mucho de nosotros.
Sin embargo, esta vez, como castigo a la lengua, como reproche divino por el expresar (o el pensar) que nunca jamás me pasará, casi me quedo sin medios de pago de la comprita de la quincena por una avería en el cajero automático. Gracias a Dios que existen las tarjetas de crédito.
Le echamos la culpa al Bolívar fuerte, al BCV, y según nuestra perspectiva, al banco capitalista que no quiere dejar a disposición del pueblo el dinero que le pertenece para hacer uso de el y beneficiarse.
Escasez de dinero. Esto sería el colmo…….
Primer pasillo, Pañales si hay.
El primer pasillo, con anaqueles llenos de productos para bebe, nos llena de esperanza, y nos lleva a pensar que ahora si, con las gestiones del gobierno bolivariano, se acabará el flagelo del desabastecimiento. (que ilusos) Pañales por doquier, de todos los gustos y colores, de todas las marcas y tamaños. Los productos que difícilmente escasean son los que están fuera de la lista de productos de consumo masivo, los que no son de primera necesidad. No hemos llegado a los extremos de Cuba, donde productos de este tipo aparentemente son un lujo. Sin embargo, hay que estar pendientes en un futuro inmediato dado que este tipo de bienes son en su mayoría importados, adquiridos con dólares mendigados a Cadivi, por los que su abastecimiento podría verse amenazado por la negación o retrazo de la entrega de dólares por parte del organismo administrador de divisas.
Al mismo tiempo, presuntamente hay comentarios de que Hugo criticó y desestimó el uso de toallas sanitarias y desodorantes, lo que indica, que en tiempos de recesión y de shock externos, estos productos importados y que no son de primera necesidad, serían los primeros en desaparecer de los anaqueles.
"Los muchachos ya crecieron, pero….. Será que me llevo unos paquetes por si acaso?."
Esto último es un síntoma de la psicosis colectiva llamada comúnmente “compras Nerviosas”. El consumidor común comprando cosas que no necesita (al menos no en el inmediato plazo) y ayudando por una parte, a los hipermercados a bajar sus inventarios, y por la otra, a coadyuvar a la escasez.
Dejamos el primer pasillo, repleto de cosas, sin comprar nada.
Todo era muy decoroso para ser real.
Cruzamos el primer pasillo y una escena dantesca, los medios de comunicación siempre lo mencionaban, que el papel higiénico escaseaba, "pero eso no era en el estado Zulia, aquí había papel pa’ regalar, eso pasa en otros estados". Me enfrenté a la dura realidad. La República Independiente del Zulia forma parte de la República Bolivariana de Venezuela y por lo tanto, no está librada de sus males.
Las imágenes hablan por si solas.
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