Venezuela, El país de las listas.

Las listas Tascón, Santaines, Maisanta, El Tato, Carmona, Cadivi, Russian, son algunas de las listas que han surgido en estos nueve años de gobierno de Hugo Chávez y que han contribuido a que un buen grupo de venezolanos violenten los derechos humanos fundamentales de otros hermanos venezolanos.

Hace pocos días conversaba con un venezolano que defendía con fervor la utilización de la Lista Tascón para la selección o no del personal que pretendía laborar en la administración pública. Comentaba este ciudadano que él llegó a consultar dicha lista para hacer su selección del personal a laboral, que no se arrepentía de haberlo hecho, y que lo haría de nuevo si fuese necesario. Evidentemente este personaje estaba lleno de un odio hacia todos aquellos que pensaban políticamente diferente a él; comentaba: “al enemigo, ni agua”. Claro, lo que él no sabía era que quien estaba frente suyo era uno de los millones de opositor de Hugo Chávez, su dios personal
A veces me pregunto, cómo es posible que Venezuela, un país que vivió largos años de democracia y de paz, donde vive gente alegre y bondadosa, pudo haber desembocado en uno de los peores episodios de discriminación política y laboral evidenciados en Latinoamérica.
Y profundizo mucho más la pregunta para tratar de entender cómo ha sido posible que dicha discriminación haya sido llevada a cabo no solo por altos jerarcas de las instituciones gubernamentales, sino por los miles de venezolanos con cargos de bajo nivel en la administración pública, y ante la mirada inmóvil y permisiva de los organismos defensores de los derechos los trabajadores, y ante la misma defensoría del pueblo, que veía con indiferencia como se violaban los derechos humanos universales y elementales como lo son el derecho al trabajo, a la libre filiación política y a la libre expresión.
Para miles de venezolanos, la declaración de los derechos humanos es letra muerta. Aparentemente en Venezuela no tienen validez estos principios que se inician con el hermoso enunciado : Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índoles, es decir, la que exalta la igualdad de la humanidad. Aquí en Venezuela eres igual ante la ley si estás inscrito en el PSUV y no ejerciste tú derecho constitucional de firmar para solicitar un referéndum revocatorio en contra de un empleado más de la administración pública
Ahora bien, según como veo las cosas, creo que esta situación de discriminación política se está saliendo de control. Ya hace un tiempo, dicho listado podía descargarse libremente de la pagina web de su autor, pero adicionalmente se han diseñado a partir de allí nuevas listas que incluyen datos personales, como la dirección, la fecha de nacimiento, su participación en misiones gubernamentales, toda esta información a disposición de cualquier persona, y la que puede conseguirse a un precio muy bajo en los mercados populares de las grandes ciudades.
Existen hoy en día grandes listados de la población tanto opositora al gobierno (Santaines, Maisanta), como afecta al gobierno (El tato), lo que también es condenable, más cuando dichas listas están siendo utilizadas para fines diferentes al electoral y la discriminación política y laboral pero igualmente condenables, como son los casos de la extorsión, el secuestro y el robo
Las persecuciones políticas a través de las listas de opositores es una práctica de gran frecuencia y vieja data en este gobierno. Por ejemplo, se recuerda también la famosa lista de los firmantes del Carmonazo, la cual la conformaban unas 359 personas que destacaban por su labor política, económica y social, pero principalmente ligados a la oposición en contra del presidente Hugo Chávez. De esa lista, algunos fueron citados ante el Ministerio Público en calidad de imputados por la investigación que seguía la fiscalía antes de la muerte del fiscal Danilo Anderson. Esta lista aparentemente ha quedado olvidada.
No podemos olvidar tampoco los listados Cadivi, donde aparecen citados miles de venezolanos que consideraron darle un libre uso a su “cupo de dólares”, recursos que provienen en su mayoría de los ingresos petroleros que pertenecen a la gente que usa dichos cupos de dólares, no a Cadivi, ni al BCV o al gobierno. Ya perdí la cuenta de cuantas listas van, lo cierto es que la última sobrepasaba los 60 mil citados, muchos de los cuales no asistieron a dicha convocatoria, por lo que perdieron su derecho como venezolano del uso de los dólares que la renta petrolera produce.
La ultima que comentaré, y una de las más importantes por la vigencia política de la misma es la denominada la Lista Russian, o la Lista del Contralor, la cual contienen los nombre de unos 400 venezolanos que son excluido de su derecho universal de ser elegidos para un cargo público a través del voto popular por la simple percepción del Contralor General de la República. Son 400 venezolanos sin derecho a ser elegidos libremente a través del poder soberano manifestado en el voto por la simple razón de que a Russian le da la gana.
Y es que no puedo comentar que los miembros de dicha lista han sido inhabilitados políticamente por algún acto de corrupción de parte de ellos o alguna sentencia judicial en su contra, porque como sabemos, en la mayoría de los casos no existe ninguna sentencia firme en contra de muchos integrante de dicha lista, por lo que se entiendo que esta lista es un mero acto de discriminación política y otro instrumento inmoral y violador de los derechos humanos del actual régimen en contra de sus adversarios políticos.
En definitiva, Venezuela se ha convertido en el país de las listas, las cuales han sido utilizadas por este gobierno y sus seguidores para coaccionar, amedrentar, discriminar y deshabilitar ilegalmente a quienes piensan diferente y a quienes han utilizado las herramientas que la democracia para hacer frente a las pretensiones autoritarias de Hugo Chávez.