Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Así son las cosas en este país, la viveza del venezolano a la larga se convierte en la pava del que se mete en negocios raros para que después le salga en tiro por la culata.
Sin hacer referencias personales, como quien comenta; “se dice el pecado más no el pecador” (aunque todos saben como es todo por acá), hoy les traigo un embrollo de los que mucho de comentan, y es que resulta que el administrador del condominio ("el hombre") estuvo negociando una plata (unos $300 millones) con unos vecinos, colombianos dicho sea de paso, en calidad de "préstamo o por solidaridad".
Y aunque en estos tiempos la solidaridad está de moda, igualito se le reclama dos cosas: primero que el negocio lo estaba haciendo a escondidas, sin el consentimiento de los dolientes directos de esa plata, y como aprendí de mi difunto abuelo; las cosas que se hacen y se esconden siempre son cosas mal hechas. Pero no, el administrador del condominio se le ocurrió la minúscula contribución para que el vecino montara unos negocios raros en su casa, donde de paso se comenta tiene problemas con su mujer. Ahora resulta que el administrador del condominio y la mujer del vecino están peleaos. El cuento no termina allí.
No menos válida que la primera queja es esta que le sigue, y es que también se le reclama que tan buena solidaridad también debe ser para mi casa. Solidaridad quiero yo para mí y para los míos. Por ejemplo, quién me resuelve la falta de agua por fallas en el sistema de bombeo del apartamento, o quién me paga la camioneta prestada que el choro me tumbó por falta de seguridad. Por cierto, el choro es familia del vecino.
Pues, déjenme contarle que lo peor aun no llega, pues resulta que el vecino se murió, que si de un infarto, que si lo mataron, no se sabe, lo cierto es que está bien muerto, y quién sabe qué habrá pasado con la plata del préstamo, ya que la mujer no se quiere hacer responsable porque dice no saber nada de eso, y dicho sea de paso, los hijos del muerto están huyendo por unos negocios raros en los que estaban metido junto a su padre. Como decimos en Maracaibo: la madre lo está buscando pa matarlo a palos.
En fin, el administrador del condominio se metió a prestamista con la plata del condominio y se le murió el prestatario, quién creen ustedes que salió perdiendo; pues yo y los míos que seguimos sin agua en el apartamento.
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2 comentarios:
Un gran abrazo desde Argentina
Hola
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Saludos
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