La oposición venezolana está hoy más dividida que nunca, eso le hace el trabajo más fácil a Hugo I en sus pretensiones de atornillarse hasta que la muerte lo separe del poder.
Sectores y actores altamente representativo en los últimos años de la oposición a Hugo I, está jalando a lados diferentes, moviendo sus fuerzas en direcciones divergentes, utilizando recursos económicos, medios de comunicación y militantes políticos con el fin de alcanzar objetivos distintos.
Unos llaman al abstencionismo (con el cual fracasaremos todos). Aunque este llamado es atendido por una minoría de la masa opositora, su efecto termina siendo determinante para darle la mayoría a Hugo en cualquier proceso electoral.
Este es el caso de uno de los mayores conocedores del tema constitucional en Venezuela, el Dr. Hermann Escarrá. De este se recogen las siguientes declaraciones:
“No vamos a cohonestar ni a colegitimar la acción fraudulenta con la que el régimen busca la confiscación de la República".
http://www.eluniversal.com/2007/09/02/pol_art_escarra-llama-a-rech_449378.shtml
Este llamado a abstención (al menos eso parece) se une a un llamado a salir a las calles a rechazar la reforma. Particularmente creo que nos encontramos en un punto mínimo de la magnitud, cualidad y calidad de la protesta de calle en ocho años de lucha contra el régimen. Mientras en Internet solo veo llamados a la rebelión, la resistencia, el 350 y pare de contar, en las calles solo logro ver como la mayoría de los venezolanos (cada quien a su medida) están muy ocupados disfrutando del boom petrolero como para salir a las calles a protestar. Por su parte, la fuerza política opositora más grande del país, Un Nuevo Tiempo, llama con poco resultados a organizarse para buscar un triunfo posible en el referéndum, pero pocos (y sobre todo la oposición caraqueña de Internet) creen en su llamado considerándolo de traidor, al reconocer dudosamente y en tiempo record el triunfo de Hugo I, en tiempos cuando llegaron a surgir versiones poco precisas del secuestro de su familia y hasta de la venta de su triunfo electoral.
Es tan bizarra la situación que mientras uno espera que los estudiantes salgan a la calle a protagonizar la protesta, como había sido la costumbre por años, sean estos los que llamen a “asambleas” a discutir la reforma. Más?, es que acaso no se dieron cuenta que los que deberían haber discutido esta, la Asamblea, ni chistaron, no la discutieron, le dijeron si antes de leerla. Dijeron amen a la palabra todopoderosa del nuevo emperador. Pero los estudiantes quieren discutirla.
Es tanta la apatía (aversión) que percibo ante una posible unión, al menos de opiniones, entre los líderes opositores que pareciera que estos son todo oídos al mínimo discurso, declaración o comunicado chavista, pero se hacen de absolutos oídos sordos ante las declaraciones, propuesta y llamados de los de su mismo bando, los antichavistas.
Es evidente que las calles terminarán calentándose de nuevo, sin embargo, dudo que sus efectos sean fructíferos mientras todos los líderes de oposición (al menos los más conocidos) sigan jalando cada quien para su lado, algunos aparentemente buscando un protagonismo individual, otros una receta del “imperio”, otros guiados por el odio, y quizás, por qué no? Otros tarifados dividiéndonos a propósito.
“Fuimos un pueblo cegado por el odio. Y todos éramos víctimas de esa ceguera”
Miguel Ángel Quevedo
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