Santa Cruz debería servirnos de ejemplo

El presidente revelaba ayer (de fuente segura, según él, del mismo imperio, de compadres pasaos de palos) el nuevo plan de la CIA, el cual consiste en una estrategia separatista que incluía a región zuliana, los andes y buena parte de los llanos venezolanos.

No se si se trata de un discurso para desviar la atención lejos de los verdaderos problemas que sufre el país, amalgamado a la vez con la paranoia antiimperialista, pero de algo si estoy seguro, de ser cierto esta tesis, dichos agentes de la CIA se deben estar guiando por lo que por muchos años han sido los sueños utópicos y las hablachenturías del más coloquial y común discurso de los paisanos zulianos, en el que no falta la queja contra el centralismo caraqueño, la separación de Venezuela, la administración de sus propias riquezas petroleras, y por qué no?, la unión con los estados andinos para aprovechar su potencial agropecuario.

De ser cierto eso, la CIA debió haberme contratado hace tiempo, hace unos 22 años, cuando apenas tenía diez años, elucubrando como cualquier muchacho soñador, ya a tan temprana edad, discutía con mi profesor de ciencias sociales la posibilidad de una unión entre el Zulia con los estados andinos. Será que mi profesor era de la CIA?. Me queda esa duda, dado que hoy él es chavista.

Luego, con los años, llegó la posibilidad de elegir a nuestros propios gobernadores y acaldes, ellos a su vez, tenían la oportunidad de administraban buena parte de nuestros recursos, aun enviados por el gobierno nacional, así como también las regiones podían manejar los servicios locales de salud y educación, de allí surgieron los exitosos ejemplos de las policías regionales y municipales administrados y coordinados por nuestras regiones. Es estas concesiones de poder se fueron diluyendo los resentimientos regionalistas y las ideas separatistas.

Después llegó la constitución del 99, la cual representó una esperanza para el federalismo, dado que esta expresa textualmente que la República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado. Sin embargo, con los años, dicha esperanza para las regiones se han convertido en nuevos resentimientos en contra del poder centralizador chavista, ya que, como sabemos, el chavismo se limpia el fondillo con la Constitución y solo la utiliza cuando le es útil para empaparse más y más del poder, como es el caso de las expropiaciones de empresas y tierras.

A nivel mundial, las Naciones Unidas han declarado el derecho de libre determinación de los pueblos sin embargo, es claro que esta organización ha pecado de hipócrita cuando en algunas regiones apoya a gobiernos de naciones poderosas que dominan política y militarmente a los pueblos sedientos de autonomía.

Las luchas de las regiones y sus habitantes en contra del dominio del centralismo estatal de los estados naciones no son nada nuevo, son luchas centenarias que han conllevado a guerras civiles por las posiciones intransigentes del poder centralista de las capitales nacionales o simplemente por el deseo de poder total sobre vastas regiones de hombres u organizaciones sedientas de poder.

Muchos casos podrían enunciarse, entre los más conocidos están de los catalanes en España, los puertorriqueños en EEUU, los irlandeses en Reino Unido, entre otras regiones que llevan siglos luchando a favor de su autonomía en contra de un poder centralizador. En muchos de estos casos se han logrado avances importantes en razón de su autonomía, sin embargo, las soluciones que en materia de autonomía se han presentado, aun no satisfacen del todo a los pobladores de dichas regiones, generando constantes conflictos.

El caso de Santa Cruz debería servirnos de ejemplos a todos, tanto a las regiones dominadas como a los poderes centralizadores, pero no para entrar en un ciclo de separatismo divisionista que genere mayor conflictividad, sino más bien, en la creación de nuevas y creativas formas de autonomías regionales que sacien el derecho de libertad y autodeterminación de los pueblos sin destruir el concepto de estados nacionales.

Para esto, las regiones deberán de dejar de pensar en separatismo, las Naciones Unidas deben dejar a un lado su hipocresía; y el gobierno venezolano debe dejar de limpiarse el fondillo con la Constitución. Lo veo algo difícil.