Fuente: El Nacional
La suspensión de la convocatoria hecha por el Ministerio de Finanzas venezolano para la venta de los Boden, bonos argentinos, a los bancos nacionales, ocasionó pérdidas momentáneas a algunas instituciones que habían firmado convenios de reventa en el mercado internacional.
La suspensión de la convocatoria hecha por el Ministerio de Finanzas venezolano para la venta de los Boden, bonos argentinos, a los bancos nacionales, ocasionó pérdidas momentáneas a algunas instituciones que habían firmado convenios de reventa en el mercado internacional.
Aunque estas pérdidas no son altas y se pueden recuperar en el corto plazo, marcan un precedente negativo dentro del mercado interno, que se verá reflejado en el escaso interés que seguramente tendrá la banca para adquirir en el futuro bonos de deuda pública argentina, dijo un analista financiero que pidió no citar su nombre.
El lunes, el Gobierno argentino informó sobre la recompra de deuda emitida a finales de la semana pasada tras los resultados negativos que se obtuvieron con el anuncio de este nuevo lanzamiento de Boden, que tumbó en 20% todo el mercado de papeles sureños e igualmente se llevó por delante los títulos venezolanos.
Después de la decisión del Ministerio de Finanzas argentino, el despacho de Economía y Finanzas venezolano debió suspender la convocatoria para la compra de los bonos argentinos, que suelen ser vendidos a los bancos venezolanos para que éstos puedan obtener divisas legalmente una vez que los revenden en el mercado internacional.
Como han venido haciendo desde hace algunas semanas, los bancos procedieron a prepararse para la adquisición de los Boden y buscaron clientes en el exterior para revenderlos.
Una vez concretadas algunas de estas operaciones, que suelen hacerse de manera inmediata, fue anunciada la suspensión de la recompra de los bonos; por lo que algunas instituciones financieras que habían recibido por adelantado el dinero de sus compradores, debieron asumir las pérdidas momentáneas.
Desde hace varias semanas los bancos locales han estado comprándole al Gobierno bonos argentinos, pero la cantidad de papeles de esta nación es tal que los mercados no se muestran interesados en adquirirlos; por lo que lograr su venta tiende a ser más difícil.
Asimismo, el riesgo-país, de Argentina, ha ido en aumento, lo que ha frenado la demanda de estos títulos.
La banca privada en Venezuela se ve en la necesidad de comprar los Boden como una manera de acceder legalmente a las divisas, pero el exceso de estos títulos en el mercado está agotando esta posibilidad para bajar la cotización de la divisa estadounidense en el mercado paralelo. Por ello, analistas comienzan a señalar que el Gobierno debe buscar una nueva vía para alimentar el mercado no oficial, que no sea mediante la colocación de papeles de deuda pública argentina.
Esta práctica de alimentar el mercado paralelo a través de títulos valores comenzó con la asignación a cuentagotas de los 6 millardos de dólares en notas estructuradas, denominadas en dólares (combo de bonos ecuatorianos, brasileño, argentinos y venezolanos), que guardaba el Fonden, Fondo de Desarrollo Nacional. Posteriormente empezó la venta de 200 millones de dólares en bonos argentinos.
Hace algunos días fue publicado en Gaceta Oficial la aprobación de la subasta de títulos valores a través de la Bolsa de Valores de Caracas, lo que permitiría que, a través del corro capitalino, se subastaran bonos de la deuda pública de manera legal. Sin embargo, con la llegada del nuevo ministro de Economía y Finanzas, Alí Rodríguez, esta opción ha quedado relegada.
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