Nelson Bocaranda Sardi / Runrun.es
ALTO. LO QUE EL VIENTO SE LLEVA: Hugo Chávez desde Maturín, en marzo del 2013: “…No importa que andemos desnudos, no importa que no tengamos ni para comer, aquí se trata de salvar a la revolución…”. Evo Morales en El País, de Madrid, en febrero 2016: “…cuando no garantizas el alimento, a la mayoría no le importa el asunto ideológico. Yo le dije muchas veces a Chávez: “Cambia la economía, no puedes seguir subvencionando tanto”. A su vez Lula da Silva le decía que invirtiese más en el país. El mismo brasilero, hoy envuelto en escándalos de corrupción con sus allegados, le aconsejó (se lo oí decir en un desayuno de negocios con empresarios venezolanos en el Hotel Marriot de El Rosal) que no solo contratara empresas extranjeras para el desarrollo de la infraestructura nacional sino que lo hiciera con empresas de ingeniería venezolanas. Contó que el “caudillo eterno” lo paró diciéndole que “esos empresarios entonces tendrán plata para financiar a los enemigos de mi revolución. No lo haré”. Lula reiteró que “para mantener la ideología hay que garantizar el alimento. Que no falte el agua, la luz, la base…”. El resto no es historia. Es el lamentable presente que cada dia se torna peor…
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