Páginas
martes, 7 de octubre de 2008
Como decimos en mi tierra: “la cosa está pelua”
Es impresionante como ha aumentado el delito en las últimas semanas, no hablo solo de los ya comunes: asesinatos y secuestros, que afectan principalmente a la clase empresarial venezolana, y especialmente a los ganaderos en el Zulia, me refiero a una especie de búsqueda desesperada de sus aguinaldos por parte de los choros sin importar condición del afectado por el delito. Delincuencia a todos los niveles, en todo tipo de acción delictiva y con los más variados e inimaginables métodos y lugares.
Comenzando por los choritos del barrio, los roba patios, en mi caso particular, en un conjunto residencial, sin vigilancia privada desde hace unos meses, debido al aumento exacerbado del servicio de vigilancia privada, hemos estado plagados de un grupo de rateritos que se dedican a romper los vidrios de los automóviles para abrirlos y tratar de encontrar la basurita que uno siempre deja dentro del carro, (herramientas, parlantes, lentes, relojes o celulares) en este caso se dedican a vehículos sin alarmas, principalmente autos viejos con deficientes sistemas de seguridad.
El robo de vehículos es normal durante todo el año, pero he comprobado por experiencia propia, que es comenzando el mes de octubre cuando se arrecia esta mala forma de ganarse la vida. En la mayoría de los casos se recurre al robo de vehículos de vieja data, sin seguro, con el fin de exigir un rescate, principalmente para el mes de noviembre, época de utilidades y aguinaldos. En caso contrario, cuando el vehiculo es nuevo, y está asegurado, generalmente es robado para extraer las piezas, muy escasas debido al control cambiario, y venderlas en el mercado negro.
Dónde te roban, donde menos te lo imaginas, frente a farmacias, panaderías y escuelas, en los estacionamientos de los supermercados, de las grandes ferreterías y hasta de famosos centros comerciales, en media calle a punta de pistola y siendo trasladados por alguien en moto, incluso, dentro de tu casa.
Y la policía, bien gracias, pidiendo licencia y carta médica, imponiendo multas. Hace poco me detuvieron para pedirme los papeles del carro, yo estaba con mi hijo de 4 años y mi esposa, no digo que los choros no tengan una familia, pero dudo que un hombre con un uniforme médico, con un chamo de 4 años asomándose por la ventana, una mujer joven a plena vista de todos, en un carro viejo, tenga algo que ver con el robo de vehículos y el secuestro, bueno, qué sé yo del perfil de un choro.
Qué carro utilizan los choros?, carro viejos?. Noooo papá, andan en los mejores carros con la mejores pintas, sobretodo cuando el negocio ya no son los patios de los vecinos y se pasa a las grandes ligas.
Pero claro, acá estoy hablando de los que están en el área operativa de este presuntamente muy rentable pero oscuro negocio. Inimaginable es para la mayoría de los ciudadanos comunes el hecho de que muchas de estas mafias son manejadas detrás de las rejas de las cárceles, muchos desconocen que sus vidas, sus movimientos bancarios, sus bienes y lugares de residencias están siendo vigiladas, clasificadas y fichadas desde el lugar que debería de servir para la regeneración de los individuos. Cómo, con qué influencia, control y supervisión, no lo sabemos.
Y cómo se supone que alguien conozca mis movimientos bancarios si incluso, en ocasiones, ni yo mismo puedo accesar a los mismos, dado el ineficiente servicio de entregas de estados de cuenta y la casi nula posibilidad de accesar a dicha información por Internet. Bueno, el sentido común me lleva a señalar a los peores choros que pueden existir, a los choros de cuello blanco, aquellos que detrás de un escritorio, de una muy moderna oficina, con equipos computacionales, con un aire de profesional, responsable padre de familia y esforzado trabajador, maneja la información financiera de los ciudadanos comunes con muy poca discrecionalidad y la “comparte” abiertamente con “socios” de muy baja reputación a cambio de lo que podría significar la inicial de un carro nuevo o un la cuota inicial de un ressort.
Hablando de servicios bancarios, se ha dado cuenta que es bien difícil conseguir que una institución financiera te permita extraer más de Bs.F. 500 a través del cajero automático. Pero hermano, que no te clonen la tarjeta de débito, porque mínimo te consumen más de 3000 de los fuertes en una sola tarde. Yo tengo dos explicaciones para esto. O los choros son unos genios en electrónica, o el país está cundido de choros de cuello blanco. Gracias a Dios que al final quien termina pagando esto son los bancos.
Lo peor de todo esto es que no se trata del agravio de una raza en contra de otra, no, es el hombre contra el hombre dándose un masivo beso de Judas en sociedad, llegando a la bajeza humana por la codicia desenfrenada y el amor a lo material, coincidiendo con lo que según mucho comentan los socialistas, es la expresión de Cristo: El amor al dinero es el origen de todo mal.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario