Veo un grave problema generado en las expectativas de la gente, cuando el ciudadano común espere cobrar Bs. 10.000.000 y reciba solo Bs.F. 10.000, esto será el determinante del descontento, y cuidado con una corrida bancaria.
Adicionalmente, el mismo gobierno está generando la falsa expectativa de que la reconversión bajará la inflación. Todo economista sabe que la inflación es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda, por lo que teóricamente se generará inmediatamente mayor inflación, aunque sabemos que en la práctica no es así.
En este último caso, no tengo muy claro cual será la reacción de la gente al respecto, no me voy a arriesgar a dar algún pronóstico, sin embargo, puedo adelantar que aquellos millones de venezolanos que siguen al presidente y que no logran entender más allá de la economía del cómo rendir su sueldo mínimo para que alcance la quincena, probablemente están esperando rendir mejor el dinero al ver como un pasaje de la ruta Panamericano pasará de Bs. 1200 a Bs.F 1,2.
Esto es lo que el gobierno difunde y les ha enseñado hasta el cansancio, sin decirles por supuesto que su sueldo mínimo ya no será de Bs. 615.500 sino que ahora apenas lograrán ganar Bs.F 615,5.
Lo peor de lo que se viene en materia monetaria es que el nuevo bolívar no será tan fuerte, por el contrario, con una exagerada sobrevaluación del bolívar frente al dólar que estimula la demanda de la divisa y adicionalmente, con tasas de interés bajas que estimulan el consumo interno y principalmente las importaciones, las expectativas negativas que producen compras nerviosas y especulativas (inteligentes) en el mercado paralelo de divisas, la retención de los dólares por parte de Cadivi con el fin de impulsar a propósito la acumulación de reservas internacionales que luego pasarán al Fonden, la conflictividad política, en fin, diversidad de factores hacen que el nuevo bolívar nazca con mayores debilidades que fortalezas.
Adicionalmente, el mismo gobierno está generando la falsa expectativa de que la reconversión bajará la inflación. Todo economista sabe que la inflación es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda, por lo que teóricamente se generará inmediatamente mayor inflación, aunque sabemos que en la práctica no es así.
En este último caso, no tengo muy claro cual será la reacción de la gente al respecto, no me voy a arriesgar a dar algún pronóstico, sin embargo, puedo adelantar que aquellos millones de venezolanos que siguen al presidente y que no logran entender más allá de la economía del cómo rendir su sueldo mínimo para que alcance la quincena, probablemente están esperando rendir mejor el dinero al ver como un pasaje de la ruta Panamericano pasará de Bs. 1200 a Bs.F 1,2.
Esto es lo que el gobierno difunde y les ha enseñado hasta el cansancio, sin decirles por supuesto que su sueldo mínimo ya no será de Bs. 615.500 sino que ahora apenas lograrán ganar Bs.F 615,5.
Lo peor de lo que se viene en materia monetaria es que el nuevo bolívar no será tan fuerte, por el contrario, con una exagerada sobrevaluación del bolívar frente al dólar que estimula la demanda de la divisa y adicionalmente, con tasas de interés bajas que estimulan el consumo interno y principalmente las importaciones, las expectativas negativas que producen compras nerviosas y especulativas (inteligentes) en el mercado paralelo de divisas, la retención de los dólares por parte de Cadivi con el fin de impulsar a propósito la acumulación de reservas internacionales que luego pasarán al Fonden, la conflictividad política, en fin, diversidad de factores hacen que el nuevo bolívar nazca con mayores debilidades que fortalezas.
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