La comiquita de la cumbre iberoamericana: el Rey de España mandando a callar de forma exacerbada al líder de la nueva era antiimperialista mundial. De esto todos hablan, es el chiste del día para unos, y la acción condenable para otros.
Sin embargo, hay algo que me impactó de manera importante: una forma diplomática y efectiva de mandar a callar a Hugo, loores para Rodríguez Zapatero.
Primeramente surgió la forma enfurecida del Rey de España para intentar callar a Hugo. Es de esperarse una actitud como esta. El señor es rey, soberano de una nación, probablemente sea rey hasta su muerte, no requiere de la aprobación o rechazo del pueblo a quien gobierna. Esta posición quizás genere en el gobernante español un carácter dominante, intemperante, déspota, hasta un poco con aires imperialistas frente a líder de la América latina cualquiera.
Sin embargo, la reacción de Hugo también era de esperarse: soldado, mandón, beligerante, rebelde, con ideas revolucionarias (sinónimo de socialista, no de innovador), engañado con la doctrina del imperialismo, y marcado por algo que pasó hace cientos de años y de lo cual nada tienen que ver los actuales lideres españoles: el dominio español sobre la recién descubierta América.
Otra razón para que Hugo explotara del desespero y llamase fascistas a los líderes españoles: una psicosis de esas de las que le hace pensar que la inseguridad, el desempleo, la falta de insumos en los hospitales públicos y el rechazo de buena parte de la población a su gestión, y todos los males de nuestros país se debe al imperialismo yanki y es un complot de la CIA. Me refiero el delirio de pensar que España y todo los lideres del mundo desarrollado están involucrados con el golpe de estado de abril del 2002.
Lo cierto es que Hugo reaccionó a las palabras del rey de España así como reacciona ante las protestas y los llamados a tomar las calles por parte de la oposición venezolana: con mayor beligerancia, irrespetando y descalificando al opositor, tratando de desmoralizar bajo cualquier medio posible al que le hace frente. En este campo él tiene herramientas poderosas, aunque de baja moral, basadas en la descalificación a su oponente minimizándolo ante la percepción de los que le siguen, cautivados por un discurso populista y en pro de los olvidados y apartados por el sistema.
Luego vino la segunda reacción, la de Rodríguez Zapatero, con el respeto a un presidente electo democráticamente, alguien que está a su misma altura, aunque este le estuviere insultando, Rodríguez Zapatero trataba de retomar su intervención repitiendo respetuosamente y en varias oportunidades: “presidente Chávez”, para luego dar una clase de diplomacia, coherencia, ecuanimidad y sentido democrático dirigiéndose a la presidenta anfitriona para exigir el respeto sin buscar protagonismo, “en beneficio de nuestros pueblos” pidió a un desconcertado Chávez respeto y no entrar en descalificaciones. No me canso de ver la cara de Hugo, entre el reírse sin querer, con picardía pero con pena, y luego la seriedad que lo le viene bien, no se sabe si estaba enojado o pensativo, lo cierto es que ante el discurso de Rodríguez Zapatero, Hugo ya no contaba con las armas que le caracterizan.
Tan contundente e imposibles de contrarrestar para Hugo fueron las palabras de Rodríguez Zapatero que en los días posteriores no se escucha al presidente venezolano emitir ni una vocal sobre Rodríguez Zapatero, su discurso se ha centrada en tratar de descalificar al rey de España, mas acerca de Rodríguez Zapatero no emite opinión alguna, como si este no existiera, sencillamente porque no puede, porque la fuerza de las prácticas y costumbres democráticas no pueden ligarse al discurso de Hugo, por que su retórica beligerante y descalificadora no puede hacer mella en el talante democrático del gobernante español.
Quizás muchos venezolanos debamos tomar este hecho como una lección de cómo hacer política ante Hugo Chávez. Como hacer frente a la antidemocrática manera de descalificar al opositor y generar constante confrontación, escenario donde el presidente venezolano a encontrado las victorias electorales que le tienen en el poder y le pueden llevar a más allá del año 2013.
Sin embargo, hay algo que me impactó de manera importante: una forma diplomática y efectiva de mandar a callar a Hugo, loores para Rodríguez Zapatero.
Primeramente surgió la forma enfurecida del Rey de España para intentar callar a Hugo. Es de esperarse una actitud como esta. El señor es rey, soberano de una nación, probablemente sea rey hasta su muerte, no requiere de la aprobación o rechazo del pueblo a quien gobierna. Esta posición quizás genere en el gobernante español un carácter dominante, intemperante, déspota, hasta un poco con aires imperialistas frente a líder de la América latina cualquiera.
Sin embargo, la reacción de Hugo también era de esperarse: soldado, mandón, beligerante, rebelde, con ideas revolucionarias (sinónimo de socialista, no de innovador), engañado con la doctrina del imperialismo, y marcado por algo que pasó hace cientos de años y de lo cual nada tienen que ver los actuales lideres españoles: el dominio español sobre la recién descubierta América.
Otra razón para que Hugo explotara del desespero y llamase fascistas a los líderes españoles: una psicosis de esas de las que le hace pensar que la inseguridad, el desempleo, la falta de insumos en los hospitales públicos y el rechazo de buena parte de la población a su gestión, y todos los males de nuestros país se debe al imperialismo yanki y es un complot de la CIA. Me refiero el delirio de pensar que España y todo los lideres del mundo desarrollado están involucrados con el golpe de estado de abril del 2002.
Lo cierto es que Hugo reaccionó a las palabras del rey de España así como reacciona ante las protestas y los llamados a tomar las calles por parte de la oposición venezolana: con mayor beligerancia, irrespetando y descalificando al opositor, tratando de desmoralizar bajo cualquier medio posible al que le hace frente. En este campo él tiene herramientas poderosas, aunque de baja moral, basadas en la descalificación a su oponente minimizándolo ante la percepción de los que le siguen, cautivados por un discurso populista y en pro de los olvidados y apartados por el sistema.
Luego vino la segunda reacción, la de Rodríguez Zapatero, con el respeto a un presidente electo democráticamente, alguien que está a su misma altura, aunque este le estuviere insultando, Rodríguez Zapatero trataba de retomar su intervención repitiendo respetuosamente y en varias oportunidades: “presidente Chávez”, para luego dar una clase de diplomacia, coherencia, ecuanimidad y sentido democrático dirigiéndose a la presidenta anfitriona para exigir el respeto sin buscar protagonismo, “en beneficio de nuestros pueblos” pidió a un desconcertado Chávez respeto y no entrar en descalificaciones. No me canso de ver la cara de Hugo, entre el reírse sin querer, con picardía pero con pena, y luego la seriedad que lo le viene bien, no se sabe si estaba enojado o pensativo, lo cierto es que ante el discurso de Rodríguez Zapatero, Hugo ya no contaba con las armas que le caracterizan.
Tan contundente e imposibles de contrarrestar para Hugo fueron las palabras de Rodríguez Zapatero que en los días posteriores no se escucha al presidente venezolano emitir ni una vocal sobre Rodríguez Zapatero, su discurso se ha centrada en tratar de descalificar al rey de España, mas acerca de Rodríguez Zapatero no emite opinión alguna, como si este no existiera, sencillamente porque no puede, porque la fuerza de las prácticas y costumbres democráticas no pueden ligarse al discurso de Hugo, por que su retórica beligerante y descalificadora no puede hacer mella en el talante democrático del gobernante español.
Quizás muchos venezolanos debamos tomar este hecho como una lección de cómo hacer política ante Hugo Chávez. Como hacer frente a la antidemocrática manera de descalificar al opositor y generar constante confrontación, escenario donde el presidente venezolano a encontrado las victorias electorales que le tienen en el poder y le pueden llevar a más allá del año 2013.
3 comentarios:
"Esta posición quizás genere en el gobernante español un carácter dominante, intemperante, déspota, hasta un poco con aires imperialistas frente a líder de la América latina cualquiera"
Déspota? El Rey de Espana? Cuyo reinado inicio gracias a la aprobacion previa de la Constitucion espanyola del 78, que esta despojado de casi todo poder politico y que jamas se ha presentado como un hombre belicoso ni autoritario? Disculpa pero confundes a este borbon con aquellos del XVIII
coño manuel esta depinga este articulo
En otro foro comente sobre la intervencion de Rodriguez Zapatrero y la califique de "IMPECABLE"
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