La permanencia de gandoleros que aguardan durante días en el terminal marítimo Eulalia Buroz de Puerto La Cruz a la espera de que una embarcación los traslade a la isla de Margarita, es aprovechada por mujeres (entre ellas menores de edad) que se dedican a vender sus cuerpos.
Por Yeraldyn Vargas Rivas / El Tiempo
El transportista de carga pesada, Julio Suárez, quien aseguró pasar hasta una semana por subir a un ferry, contó que ha observado con asombro “como se acercan niñas a ofrecerse”. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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