Carlos Blanco / El Nacional
Conocí a Aristóbulo Istúriz como un hombre inteligente y grato. Hicimos el programa Blanco & Negro en Globovisión, bajo el entusiasta impulso de Alberto Federico Ravell y fue una buena época de debate. Tenía un espíritu abierto, lo que contribuyó a que nuestro programa fuese diálogo creador. Ese espacio terminó porque Aristóbulo estaba próximo a ser requerido por Chávez como ministro de Educación y a mí se me abrió una inapreciable oportunidad académica en el exterior. Después de esa época no nos vimos, aun cuando conversamos unas pocas veces por teléfono. Más adelante Aristóbulo se sumergió en una radicalización política y verbal que no se compaginaba con el talante que le había conocido. Sin embargo, en las recientes elecciones, como resultado de la derrota colosal del régimen, tuvo un tono autocrítico y la semana pasada volvió a hablar de las colas y la escasez como elementos del desastre electoral rojo. Él sabe que el volcán que se mueve en las entrañas de la sociedad está a punto de explotar y cuando habla de escasez se refiere al descomunal fracaso del régimen del cual ahora es la segunda –¿la tercera?– figura. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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