Lunes 03 de Diciembre de 2007, una triste historia

Pasan las 2:00 am del lunes 04 de diciembre de 2007, cuando la mayoría de los venezolanos duerme, los más interesados en la política nacional están atentos a las pantallas de sus televisores esperando el primer boletín del CNE, el resultado:

Votos validos: Más de 6.300.000 (36%)
Votos nulos: 55.000
Abstención: 11.200.000 (64%; 60% opositores; 35% ninis; 5 % Chavistas))

Votos por el Si : 3.339.000 (53%; 19% de los venezolanos)
Votos por el No : 2.961.000 (47%; 17 % de los venezolanos)

Miles de venezolanos se apostan en la cercanía del “balcón del pueblo” a esperar el discurso de victoria del nuevo emperador de la republica bananera.

Mañana del lunes 04 de diciembre de 2007, ciudad de Caracas, aun queda uno que otro vagabundo dipsómano recostado a sus autos algunas calles cerca del Palacio Presidencial. La gente, como todos los días, sale a trabajar, miles de amas de casa salen a gastar el jugoso aguinaldo que les dio el gobierno.

Los que salieron a votar siguen su normal vida, unos con la esperanza crecida, otros con la mente en el exterior.

Algunos focos de violencia salen a mediado de la mañana, la protesta toma fuerza ya al mediodía, calles trancadas, consignas, gritos, uno que otro caucho quemado, nada diferente a los nueve años anteriores. La situación se vuelve un poco tensa por la presencia de lacayos del nuevo emperador protestando a favor del régimen.

La protesta en contra del régimen es férrea ese día, la disposición y las ganas no faltan, pero el tiempo pasa, algunos no pueden dejar de pensar en el examen final, en la comisión que me dejo de ganar, en la reunión de la tarde, en la llamada de mi madre asustada, en la entrevista de la Visa por si acaso me toca irme, en que el jefe no deja de llamar.

La Guardia Nacional comienza a tomar puntos clave de la ciudad de Caracas, la Metropolitana hace lo mismo. En el momento indicado arremeten contra la protesta, muchos huyen por la derecha, otros, los más osados, salen al frente, confusos, no saben si alzar manos blancas o subir piedras al aire, nadie coordina, apenas un dirigente de oposición que apareció mucho en televisión se le ve corriendo protegido por un pequeño grupo.

Tres de la tarde, en el canal del Estado salen los reportes de la captura de alteradores del orden público, entre esos líder opositor, el defensor del pueblo sale “en defensa del pueblo trabajador”, llamando a retomar el orden público por el bien y la tranquilidad del país, la fiscalía actúa en contra de los protestantes capturados y en tiempo record un juez imputa a los “lacayos del imperio”.

Antes del ocaso la protesta merma, aun quedan unos cuantos focos repelidos por la Metropolitana, tres muertos, uno de cada bando, y entre ellos un policía que deja cinco hijos huérfanos, principal noticia de los medios oficiales.

Nueve de la noche del lunes 03 de diciembre de 2007, el CNE da su último boletín, misma historia, resultado, Nace un nuevo emperador, Ganó el Si, Ganó la Abstención.

Venezuela duerme, mañana despertará en una nueva época revolucionaria, en una “dictadura constitucional”, un “comunismo democrático”, una época esperada por muchos y temida por otros.