José Domingo Blanco (Mingo) / Noticiero Digital
Coincidí en el ascensor con un vecino que, en dos palabras, resumió la situación de los venezolanos: “estamos jodidos”. Y me temo que, a pesar de que me gustaría opinar lo contrario, coincido con él. Llegamos otra vez al punto “ciego” en el que hemos estado en otras oportunidades. Porque no es la primera vez que la oposición cae en la trampa del diálogo. No es la primera vez que accede a reunirse con los representantes del desgobierno para plantear sus peticiones. Solo que en esta oportunidad, en un intento por resolver la crisis que enfrentamos, el papa Francisco –nada más y nada menos que el máximo representante de Cristo en la Tierra– interviene y manda a un emisario de la Iglesia para que siente a la oposición y al régimen en la misma mesa, los ayude a dirimir las diferencias y se establezcan acuerdos. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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