Marianella Salazar / El Nacional
En vez de parecer inocente de las graves denuncias hechas al gobierno y a varios funcionarios por vínculos con el narcotráfico, Nicolás Maduro se empeña en mostrarse como un cómplice. A las imputaciones hechas a los sobrinos de su esposa, presos en Nueva York, por los delitos de conspirar, para introducir droga en Estados Unidos, le ha seguido una acusación del Departamento de Estado contra el general mayor Néstor Reverol, ex director de la Oficina Nacional Antidrogas por haber brindado facilidades de paso, transporte y seguridad a grupos de narcotraficantes, según se desprende de la acusación del Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York. El mismo día de la acusación Maduro lo designó como ministro del Interior y Justicia, precisamente el cargo que tiene bajo su mando a la ONA, lo hace para encubrirlo y retar a la justicia estadounidense, no le importa el costo político ni ser señalado como el verdadero jefe del narco-gobierno que heredó de Chávez. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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