Nicmer Evans / El Nacional
La reciente salida de Pérez Abad, que se ganó el cargo y la Vicepresidencia económica anticipando acciones en torno a la liberación del mercado, tiene como contra peso la rápida salida del ex vicepresidente Luis Salas, que se ofreció como la expresión más radical de una economía “marxista” más ortodoxa. Bipolaridad de un gobierno esquizofrénico, que piensa que se necesita un imperio para acabarlos, cuando en realidad lo mejor que podría hacer éste, es no hacer nada, para que la dirigencia termine de hacer como “chacumbele”. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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